En Sodira Rocas Industriales estamos al tanto de las modificaciones y cambios que se van produciendo para mantenernos siempre al día de todo lo que nos podría afectar.

Recientemente se han publicado modificaciones de la Directiva 2010/75/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 24 de noviembre de 2010, sobre las emisiones industriales (prevención y control integrados de la contaminación) y la Directiva 1999/31/CE del Consejo, de 26 de abril de 1999, relativa al vertido de residuos.

Desde la Unión Europea se entiende que la industria extractiva es primordial para alcanzar los objetivos del Pacto Verde y la estrategia industrial de la UE. Entienden que las materias primas revisten una importancia estratégica para la transición digital y ecológica, la transformación energética, de los materiales y de la economía circular y para reforzar la resiliencia económica de la UE. Para alcanzar estos objetivos, es necesario seguir desarrollando capacidades nacionales sostenibles.

Las negociaciones han logrado que la mayoría de la Industria Extractiva haya quedado fuera del ámbito de aplicación de la directiva, debido a que no producen emisiones peligrosas o ya se encuentran plenamente cubiertas por la legislación vigente. Las únicas actividades extractivas que se van a ver incluidas dentro del ámbito de aplicación de esta Directiva (anexo I) se limitan a aquellas que tienen un impacto significativo sobre el medioambiente, con arreglo a una lista exhaustiva de procesos.

Tal y como informan desde la nota de prensa de Anefa:  "así inserta en el Anexo I el punto 3.6 de acuerdo con el siguiente texto: “Extracción, incluidas operaciones de tratamiento in situ, tales como trituración, control del tamaño, beneficio y enriquecimiento, de los siguientes minerales a escala industrial: bauxita, cromo, cobalto, cobre, oro, hierro, plomo, litio, manganeso, níquel, paladio, platino, estaño, wolframio y zinc.”

Desde Sodira apostamos por todo este tipo de modificaciones ya que el objetivo final siempre es proteger la salud humana y medioambiental. Y esto se puede alcanzar si se logran reducir o mitigar las emisiones nocivas de las instalaciones industriales, promoviendo la eficiencia energética, la economía circular y la descarbonización.